Esta lista de verificación se centra en la evaluación de los factores que pueden poner a la empresa en un alto riesgo de fraude. Se divide en dos partes: Declaraciones erróneas (informes financieros fraudulentos) y malversación de activos.
La primera parte aborda las amenazas a la estabilidad financiera o la rentabilidad por las condiciones económicas, industriales o de funcionamiento de las entidades, junto a la presión excesiva de la dirección para cumplir los requisitos de terceros.
En la segunda parte, se destaca la evaluación de toda relación adversa entre la entidad y los empleados con acceso a dinero en efectivo u otros activos susceptibles de ser robadosque pueda, además, motivar a esos empleados a apropiarse indebidamente de esos activos.
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